En su libro “Fenomenología del fin. Sensibilidad y mutación conectiva” Franco Bernardi “Bifo” sostiene que “Solo el lenguaje establece la posibilidad de negar lo que nuestros sentidos están experimentando. La negación es como un cambio que rompe el vínculo natural entre nuestra experiencia sensorial y su elaboración consciente.

Si la experiencia inmediata reconoce un estado de ánimo, el lenguaje, por su parte, puede negar ese estado que está siendo experimentado.”

La falta de piel en EMPEOREMOS, pretende ser remendada con palabras que apelen a cierta sensibilidad humana, tarea más que imposible pues no hay palabras para los afectos. Diría Spinoza: se escucha con el cuerpo.

Su incapacidad para construir diálogo (que se explica por los motivos que aquí venimos desarrollando), hace que estos seres sin piel se sientan justificados para apalear a quienes no estén de acuerdo con ellos. La premisa es simple: “si no piensas como yo sos el enemigo, sos un vago, sos un chorro, te robaste todo, sos un choriplanero y por es te puedo reprimir y apalear; y si no estás de acuerdo conmigo no protestes”. ¿Serán que estos seres confunden diálogo con monólogo?

Falta de piel. Incapacidad de sentir, de percibir, de escuchar a otra persona. Imposición de verdades únicas. Y si aparecen otros que con ellas manifiesten desacuerdo serán una amenaza, se transformaran en enemigos que hay que reprimir.