Otro tema para la discusión es la famosa “gobernabilidad” que algunos “opoficialistas” argumentan a la hora de levantar la mano frente a las propuestas del gobierno. Un mentira sutil para justificar su voto en contra del mismo pueblo que les otorgó la banca en el Congreso Nacional.
Ejemplos sobran: el acuerdo con los fondos buitres, la supuesta ley de reparación histórica, la ley de movilidad jubilatoria.
Este escenario nos invita a pensar en nuevas formas democráticas, democracias desde los barrios, desde las municipalidades. Son nuestros cuerpos los que padecen, no se puede dejarlo en manos de otros.
Los pregoneros del ajuste no conocen el hambre, no saben que se siente no llegar a fin de mes, cuando no alcanza el dinero para comprar los remedios, cuando falta comida.
Es necesario construir espacios de unidad. Pensemos en el último Paro Nacional, la confluencia de fuerzas sindicales, sociales y políticas para decir No al FMI, No al ajuste, No a padecer hambre, No a la mala educación, No a una jubilación mísera.
Es hora de encontrar lo que nos une, siempre habrá diferencias, pero debemos construir con las diferencias, generar consenso.
Todo un desafío: construir la unidad con diferencias.
Reflexiones urgentes
Al gran pueblo argentino ¿Salud?
La justicia de las corporaciones