¿Para qué queremos educar a nuestros chicos?, ¿Para qué tipo de sociedad queremos prepararlos? ¿Para una sociedad donde lo importante sea el mérito o donde se construya un nosotros? ¿Una sociedad de Robinsones o una comunidad? ¿Una sociedad solidaria o una en la que cada uno se arregla cómo puede?

Es menester ir construyendo juntos las respuestas a estas preguntas. No hay manual ni recetas para seguir. Debemos recuperar las mejores experiencias de nuestra historia y de otras partes del mundo, ver de ellas qué nos sirve, qué descartar y cómo modificarlas a nuestro gusto.